luna plateada cap 19

Escuche ruidos extraños de fondo. Abrí los ojos toda la habitación se veía de diferentes luces de colores que entraban a través de la ventana. Me levanté de la cama y me asomé con cuidado a la ventana. Allí estaba luchando Marcus contra miles de hombres, magos o lo que sea. Marcus estaba casi rodeado y hacia todo lo que podía para combatir con cientos de hombres. Eli estaba tirada en una esquina del jardín…


-Ai no!!- solté en voz alta

- si? que pasa?- dijo desde la cama Anna.

Anna corre está habiendo una batalla tienes que bajar y luchar. Marcus no puede solo con todos esos hombres, yo me encargo de Eli está…

¿Que? Déjame ver

Se asomo con cuidado a la ventaba y vio el desastre que se estaba aconteciendo. El rayo de Marcus cada vez era más débil y corto, ya solo faltaban unos pocos metros.

-Ven cógete a mi espalda- me dijo de golpe Anna- Ves a buscar a Eli sin que te vean, llévala al lavabo y escondeos allí. Tapia la ventana y la puerta, ya os vendremos a buscar. Me dirigió una fugaz mirada encantadora y dijo:

- te quiero Javi, cuídate.

yo también te quiero, cuídate mucho le iba a contestar pero acto seguido me agarró del hombro me monto a caballito y saltó por la ventana. El frio viento me hirió la cara y me hizo estremecerme. Por suerte solo duró un segundo y al siguiente yo ya estaba corriendo en dirección hacia el bulto entre la hierba que debía ser Eli. Vi de reojo como Anna mandaba un cejador rayo plateado a aquel ejército que sirvió para hacer descansar a Marcus y para ayudarme a coger a Eli y llevarla al lavabo sin ser visto

-Joder cómo pesas Eli- le dije en voz baja y cansada. Pensé en la fuerza de Anna. ¡Que envidia madre mía!, con que facilidad me coge en brazos.

Intenté despertarla pero ni de coña, no se movía ni un centímetro. De repente, tuve un mal presentimiento. No, no podía estar muerta. Pero ahora no podía pensar en eso, tenía que centrarme únicamente en correr.

Y así lo hice. Corrí tan rápido como mis piernas pudieron correr con el cuerpo de Eli en los brazos y haciendo un gran esfuerzo rápidamente me encontré delante la puerta del lavabo. Entré en él. Dejé con cuidado el cuerpo de Eli en la bañera y tapié la puerta y la ventana tal cómo me había dicho Anna.

El corazón me iba a mil por hora. Antes tenía una cosa para mantenerme ocupado ¿pero ahora? ¿Qué podía hacer cerrado en un baño y con la angustia de que estaba pasando fuera y que le había pasado y como estaba Eli?.

Sólo pude estar de rodillas, al lado de la bañera agarrando a Eli de la mano y quitándole los pelos de la cara. No estaba muerta, el corazón le latía, pero estaba casi tan fría como el hielo y tenía los labios y las uñas morados. Estaba cómo… ¿congelada?

Sólo espero que esté dentro de lo que cabe bien. No podía perder a dos amigos en un día. No quiero decir que Carlos haya muerto y espero con todas mis fuerzas que no haya sido así, pero al fin y al cabo ahora no está aquí. Estoy sólo, encerrado en un lavabo. Mientras a fuera se está disputando una batalla donde lo que más quiero está en peligro, mientras que Carlos esta desaparecido, también sólo. Puede que en peligro de muerte o muerto. No, no puede estar muerto. No podéis estar muertos los dos, no me dejéis sólo por favor, por favor…

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