luna plateada cap 18

Noté un roce suave y tremuloso y a la vez fuerte. Estaba tumbado sobre algo blando, ya fuese una cama o un sofá.


- Vuelve en sí- escuche decir de fondo mientras entreabría lentamente los ojos. Lo veía todo borroso, como desiguales e irregulares manchas de distintas tonalidades.

Pestañeé varas veces y aquellas formas desiguales poco a poco se fueron aclarando y definiendo. Entonces vi aquella mirada estelar de destellos plateados llena de vida y a la vez de preocupación y alivio. Una mirada que me llenaba de energía y fuerzas para vivir la vida, una mirada que también me producía nerviosismo, pero que por otro lado también me producía miedo, no miedo de ella. Miedo a poder hacerle daño alguno, miedo a alterar su habitual estado sonriente y soñador…

- ¿ cómo te encuentras? De repente te desmayaste sobre la hierba. Menos mal que salía del baño y te vi- dijo Anna

- El baño- susurré con la mirada gacha.

- Ah ya así que es eso?

- Eh Anna, no creo que sea el momento para…- dijo Eli

- No, es el momento adecuado. Quiera dejar claras las cosas, Eli. Y por favor quisiera estar un rato a solas con él.

- Ok. Como prefieras- dijo Eli

Vi a Marcus evaluándome con la mirada. Supongo que confirmando si estaba en condiciones para dejarme solo. ! Como si me fuera a morir ahora mismo, vamos!- Marcus estoy bien- le dije en consecuencia de mis pensamientos.

Marcus nos dirigió una última mirada y se dirigió a la puerta donde la esperaba Eli.

- Vale, porfín- dijo Anna sentándose en el borde de la cama. me miró con aquella mirada suya. Me incorporé mejor y ella empezó a hablar

- Javi, quiero que sepas una cosa, y que se te meta ya de por vida en esa disparatada y loca cabeza tuya. Yo te quiero Javi, Con todo mi ser y mi alma, creo que de eso ya te has dado cuenta. Desde la primera vez que te vi sentado en aquella mesa del orfanato, ya supe que ibas a ser alguien especial en mi vida, no me preguntes porque, pero lo supe, sé que ha pasado muy poco tiempo desde ese día. Pero mi corazón no ha necesitado más tiempo para hacerte un enorme hueco.

A medida iba diciendo esas hermosas palabras, me iba poniendo cada vez más rojo, pero a la vez me provocaban una alegría, que si no era la mayor que había tenido en mi vida, poco le faltaba. Me quería, tanto como yo la quería a ella. Me vino a la mente aquel dia en el orfanato, como me dirigió aquella mirada igualita de la que me estaba lanzando en estos momentos, como de nervioso me puse. Madre mía. Cómo habían cambiado las cosas: de la monotonía del orfanato a los problemas y sorpresas de los últimos días. Parecía que hubiera pasado una eternidad desde aquellos días de clases y castigos con la cara rana. Ella había cambiado el rumbo de mi vida.

Todo esto se me pasó en la cabeza en tan solo un segundo. Y al segundo siguiente me vino otra imagen, esa imagen que me llevaba carcomiendo mi interior, la de Anna en el baño, con todos los músculos de la cara fruncidos por el dolor. Así que finalmente pregunté



- ¿Y lo del baño?

- Javi, lo que me paso allí en el lavabo, son gajes de mi raza. Al besarnos, sentí muchas cosas a la vez. No estoy diciendo que no me gustara besarte, al contrario me encantó, fue unos de mis mejores segundos desde hace vete a saber cuánto tiempo. Pero como te acabo de decir no solo sentí eso sino que percibí y deseé como nunca habría querido en otra persona, el flujo y el movimiento de tu sangre- Así que era eso, igualmente eso no me hacia estar más tranquilo, no quería volver a verla sufrir de aquella manera- intenté resistirme lo máximo que pude y lo siento si fui borde en aquellos momentos. Yo solo…

- Shh, shh- ya vale, lo entiendo Anna- vi como se le resbalaban unas finas lagrimas de sus ojos- no llores dije abrazándola, pero luego me acorde de lo de la sangre y me separé.

- No!, Abrázame, estoy bien

- Seguro, no quiero hacerte daño o lo que sea que te pase.

- Seguro Javi, estoy bien, y aún así no se le puede llamar daño sino todo lo contrario, es más bien un placer extremo, que cada vez te lleva a querer más. Y tuve que esforzarme lo máximo posible para… bueno… para no morderte.

- ¿Porque tiene que ser todo tan complicado? Porque no podemos ser una pareja normal y corriente?

- Porque no somos una pareja normal y corriente Javi. Sencillamente eso. Pero aún así te quiero- y se apoyó en mi hombro

- Yo también te quiero, Anna.

ella me miró de nuevo, aún tenía los ojos humedecidos por las lágrimas, cada vez se iba acercando más.

- ¿Seguro?- pregunté miedoso.

- Me sonrió y acercó sus labios a los míos. Se rozaron, era un roce tan magnífico, suave, delicioso y dulce… pero de nuevo se detuvo y se separó.

Nuevamente, le caían lágrimas de los ojos y gemía ligeramente.

- Lo siento, ya sabía yo que no era buena idea- dije

- Como te tengo que decir que no lo sientas, Javi. No es tu culpa.

- Tampoco la tuya.

- Tienes razón, pero es que es tan frustrante. Querer y no poder

- Bueno ya encontraremos, alguna manera, tu tranquila, ahora sólo relájate

- Esta bien, vamos a mirar la cosas por el lado bueno- y se estiro al lado mío en la cama.

1 comentario:

  1. Me encanta este blog!!!
    a ver si pueden poner el siguiente capii ♥
    me hace mucha ilucion la historia^^
    besooss
    q sigas asii!!

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