luna plateada cap 14

Y ahora que hacemos- preguntó Carlos?



- Ni puta idea- dijo Eli.



- Todos miraron alucinados a Eli, sí, incluso con aquella terrible situación.



- Eli has dicho esa frase?, nunca lo creí posible jeje uno, ¡porque estás diciendo puta!, ¿desde cuando dices tu puta? Y dos, ¡estás diciendo que no sabes que hacer!, jeje



- Eli le echó una mirada asesina a Carlos pero no la pudo aguantar por mucho tiempo y al minuto ya le estaba sonriendo



- CUIDADO!!- gritó Marcus,



Una flecha volaba a una increíble velocidad, había conseguido esquivar los potentes rayos de Anna y Marcus e iba directamente derecho hacia sus posiciones. La flecha travesó el brazo izquierdo de Eli. Provocando un griterío entre todos ellos, Eli gemía de dolor y todos los demás gritaban Eli, Eli, Eli!...



- ¿Qué haces Carlos?



- Voy con Eli, acércate a Marcus para que pueda subirme también a su espalda. Él aguantara mi peso



- No de eso nada, tú no puedes. puede ser peor y ya estamos cerca del rio



Ahhh ahhh – se lamentaba Eli.



- Tengo que ir con ella Anna, es que no ves como esta, tengo que ayudarla, hacerle más llevadero el dolor que está pasando



- Que he dicho que no, ella está bien confía en mí Carlos y no quiero que en vez de un herido tengamos dos, me entiendes?- Anna dijo en tono grave y severo. Rápidamente se lamento por la manera en que había dicho esas palabras, no debería haber tratado así a su hermano él solo estaba preocupado por Eli, y ya se había dado cuenta que le gustaba- lo siento Carlos no debería haberte hablado así pero no podemos ahora correr ese riego- dijo sinceramente y con el mayor tacto que pudo reunir en aquel momento. Esquivó otra flecha y lanzó otra nueva llamarada de fuego plateado. Se giró a Carlos y le miró a los ojos- lo siento de veras. En cambio sus ojos estaban fríos y no reaccionaron al más mínimo comentario, realmente le había hecho daño. De mientras Eli gemía de dolor, aunque Anna podía divisar que la herida no parecía profunda sinó superficial. Aún así sangraba y notaba el dulce olor de su sangre… no para ya, no es el momento de preocuparse por esas cosas ahora, ni mucho menos.



Aguanta Eli Aguanta, se fuerte no pienses en el dolor- decía Carlos- piensa en… en lo feliz que estabas cuando ganaste el premio ese que ya sabes que nunca me acuerdo el nombre, ese de celebritos entre los mejores orfanatos…

Marcus tenemos que cruzar el río

- Ya lo sé pero cómo?- dijo Anna demasiado desesperada



- Esperaba que alguno tuviera alguna idea.- contestó Marcus



Súbitamente aparecieron un grupo de flechas lanzadas en conjunto giraban entre ellas en espiral y en décimas de segundos ganaron una velocidad extrema, Anna lanzó otra de sus potentes llamaradas plateadas haciendo que las flechas se desviaran hacia unos de los arboles próximos a la orilla. Las flechas se perdieron en la lejanía y la llamarada plateada de Anna impactó contra el árbol que se fue desquebrajando hasta partirse en dos y quedar flotando en las aguas del caudaloso río.



- Ya esta, ni hecho a posta tío! - exclamó alegre Anna- Marcus, saltamos hacia el árbol a la que cuente tres: 1, 2 y 3.



Marcus y Anna saltaron las distancia que les quedaba hacía el árbol. Al impactar sus cuerpos contra el grueso tronco una gigantesca masa de agua congelada les cayó encima mojándolos de arriba de abajo.



Las diferentes olas y movimientos bruscos hicieron que el árbol cada vez se dirigiese más a la otra orilla y cuando vieron que estaban lo suficientemente cerca volvieron a dar un gran salto para situarse justo al otro lado del rio.



Justamente cuando traspasaron la frontera los cinereus dejaron de lanzar sus flechas y tan mansamente como si no hubiera pasado nada se dieron la vuelta y volvieron a esconderse entre la arboleda.



En seguida estiremos a Eli en el suelo. Carlos estaba a su lado, agarrándole las manos y susurrándole cosas como tranquila Eli, ya está , ya se ha acabado, o, aguanta ahora te curamos.



Marcus examinó la herida con cuidado tenia parte de la flecha incrustada en el brazo pero tal y como Anna había deducido la flecha no había traspasado ninguna arteria o vena importante, tan solo era superficial.



- La voy a hechizar para curarle la herida así no sufrirá tanto. ¿Está bien?



- Si, si claro- dijeron Carlos y Anna



Marcus levantó sus manos hacia el cielo, las juntó y las fue bajando hasta quedar a la altura de su corazón. Lentamente fue abriendo la mano y apareció una bonita bola de color blanco puro que salió de su sus manos y fue dirigida hacia el pecho de Eli. El aire quedó repleto por el reflejo de aquella magia sanadora llena de pureza y paz de espíritu que provocó que poco a poco Eli dejara de jadear para comenzar a sumirse en un sueño dulce e indoloro donde podría descansar por fin.



Marcus se acercó de nuevo al brazo de Eli y cuidadosamente extrajo el fragmento de flecha que restaba en el brazo de Eli.



- Esto ya es otra cosa- dijo Marcus- mirad, en serio no es tan grave como parece. La flecha no ha succionado nada importante solo hay que cerrar la herida.



Y de nuevo Marcus volvió a hacer uso de su magia y acercó su dedo índice a la herida de Eli. Empezaron a salir unos rayos verdosos y fue recorriendo la herida en zic zac haciendo cerrar la herida.



- Esto ya esta- dijo Marcus aunque vendría bien que... Anna dale el toque final anda, si es que no estás muy cansada.



- No, creo que podre- dijo Anna cerrando los ojos y centrándose en restaurar a Eli, ayudarla a recuperarse completamente erradicando todos sus males y dolencias. Y como de costumbre notó bajar todo ese poder desde el fondo de su alma filtrándose en su cuerpo y dirigiéndose sin pausa hasta la punta de su dedos, para poder rematar y compartir esa energía sanitaria con Eli, que ya consideraba una buena amiga.



- Ya esta!- dijo riendo- le reconfortaba saber que podía ayudar a los demás, de no ser solo un monstruo chupasangre…



- Muchas gracias- dijo Carlos, siento lo de antes hermana, solo que estaba asustado y había mucha tensión y…



- Tranquilo hermanito, todo está bien yo también actué muy bruscamente y de mala manera sabiendo que solo estabas preocupado por Eli



- bueno da igual, ya todo ha pasado, los dos hemos actuado mal y ahora creo que será mejor buscar un sitio en el que pasar la noche porque aquí de nuevo esta anocheciendo, parece que cuando en el nuestro mundo amanece aquí anochece.



- Si, tienes razón, alguna idea de donde acampar Marcus. preguntó Anna, nuevamente alegre.



- Bueno esto ha cambiado, pero creo que más adelante había una extensa pradera donde podemos acampar por ahora.- dijo Marcus- Esta como a 30 hora corriendo a velocidad mágica así que Carlos será mejor que vuelvas a subirte en la espalda de Anna. Yo subiré con cuidado a Eli a la mía. Y Javi como siempre siguiendo a Anna



Llegaron a la pradera, encendieron una hoguera y Marcus hizo aparecer unos mullidos sacos de dormir. Marcus retiró el embrujo a Javi pero este aún continuaba dormido. Cenaron algunas setas que habían encontrado y se fueron a dormir ya muy entrada la madrugada. Por fin iban a descansar.

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