luna plateada cap 21

Era un recinto cerrado, enorme, sucio y lúgubre, El suelo era de tierra y las paredes parecían rocas. Debería tratarse de otra cueva o túnel. El lugar estaba atestado de gente; que se apelotonaba y apiñaba en sucios y raidos colchones. Y dado las dimensiones del lugar, pues digamos que el número de gente acumulada tenía varios ceritos. Todos estaban callados aovillados entre sí. De repente Anna se dio cuenta de que llevaban un símbolo grabado en el brazo. Se acerco más a uno de aquellos hombres para poder visualizar mejor su forma. La primera impresión que le vino fue la de un cruz (en forma de x) rodeada por un circulo, pero al mirar detalladamente vió que no solo eran rayas curvas i secantes. La cruz en realidad representaba la magia en forma de rayos de luces entrecruzados y la redonda en realidad era como una especie de caligrama en forma de espiral. Anna agudizo su vista para poder leer lo que aquellas diminutas letras decían: UNIÓN- DOMINACIÓN-PODER. Porque lo dicta nuestra amiga naturaleza. Porque la selección natural nunca falla. Porque los humanos solo son más que un escalón en la evolución que debe desaparecer.


Anna se quedó paralizada. Esos tíos estaban locos no solo querían el control de los dos mundos sino querían hacer desaparecer a todos los humanos también!!!! Y si habían secuestrado a Carlos ¿qué le estarían haciendo?¿ No lo matarían verdad?

De repente se abrieron unas puertas al fondo del recinto. Rápidamente Anna se giró y vio como unos hombres forzudos traían atado a Carlos. Anna olvidó que en aquel momento se encontraba en los pensamientos de la visión de Marcus, que era invisible y que no podía hacer nada, así que se lanzo contra aquellos hombres que apresaban a su hermano mientras gritaba- Carlos, Carlos, soy Anna tranquilo te voy a sacar de aquí- Pero cuando ya estaba con la pierna levantada para darle un fuerte golpe en todos los huevos a uno de aquellos hombres su pierna traspaso en aire como si se tratase de un fantasma. Es entonces cuando se acordó que no estaba allí en aquel momento y que no podía hacer absolutamente nada. Nada de nada.

Se puso estérica no podía quedarse quieta, mirando como se llevaban a su hermano amordazado. Chichando e intentando deshacerse de aquellos gorilas. Quería salir no quería ver lo que le iban a hacer.

Cada vez se alejaban mas de donde se encontraba Anna, no quería verlo pero sabía que tenía que ser fuerte y contemplarlo todo. Cada cosa que veía podía ser una pista para encontrarlo. Que tonta había sido.¿ como estaba siendo tan descuidada?. Anna se giró de nuevo y corrió hasta llegar a donde habían depositado a su hermano.

Era una especie de prisión. De estilo medieval-“¿Que pasa que estos hombres no evolucionaban o qué? ¿I creen que son mejores y que los humanos deben desaparecer? ¡Están locos de remate!”- pensó de nuevo Anna.

Uno de los hombres agarró un látigo que había en el suelo y empezó a golpear la espalda de Carlos.

- No!! - dijo Anna, en un grito insonoro.

En la escena solo se escuchaba los gritos de dolor de Carlos.

Anna Se sentía impotente, sin poder hacer nada y para postre lo tenia que ver todo era la única manera de poder salvarlo.

El otro gorila no paraba de interrogar a Carlos con diferentes preguntas.

- Como as llegado aquí, asqueroso humano?

- Con quien has venido?

Mas Carlos seguía impasible sin pronunciar ninguna palabra con sentido común. Tan solo chillaba

- Espera Gortshu, para un momento que este ser asqueroso no puede hacer dos cosas a la vez.

- A ver humano. Te dejamos 15 min para que te recuperes luego vendremos y te preguntaremos y será mejor que tengas respuestas.- le dijo el otro, era como si estuviera hablando como un niño pequeño que no entendía nada.

I de mientras Anna estaba ahí echando humos por las orejas. Queriendo demostrar quién era realmente el gilipollas.

Entonces se torno todo borroso como si hubiera aparecido en escena una espesa niebla. Poco a poco se fue dispersando y de nuevo Anna pudo vislumbrar la cueva- túnel, o lo que fuere eso.

Carlos aun jadeaba en el calabozo cuando de nuevo entraron aquellos dos gorilas seguido de un tía vestida con una túnica azul eléctrico lleno de pequeñas cuentas doradas y con un tocado en la cabeza repleto de perlas de diferentes colores. del tocado se dejaba caer una delicada tela de seda del mismo color azul de su túnica. Tenía una mirada frívola y poderosa que cuando la dirigía a algunos de aquellos malolientes hombres estos inclinaban la cabeza respetuosamente. Se veía que estaban más asustados que un negro en la semana santa de Sevilla.

Carlos miró la escena curioso y algo asustado. Anna quiso decirle que no se dejase intimidar por esa asquerosa tia. Que tenía que ser valiente. Pero de nuevo no podía hacer nada.

Pronto llegaron en frente del calabozo. Los hombres apelotonados ahora se apiñaban curiosos para tener mejor vista de lo que pasaba en la celda.

Los gorilas empezaron a hablar:

-“espero que ya te haigas decidido a hablar”

Carlos no le contestó, se quedó callado. Sin pronunciar ningún sonido, supongo que aguantándose el dolor que le debían producir las heridas de la espalda. “Ese es mi hermano” pensó orgullosa Anna.

- Muy bien humano, veo que sigues sin querer decir nada, pues como veo que no quieres que sea por las buenas será por las malas- dijo el otro gorila, se giró a la mujer y asistió con la cabeza.

La mujer se acercó a la celda. Cerró los ojos, traspasó los barrotes como si se tratase de un fantasma y se dirigió a Carlos.

Este la miró a los ojos, ahora ya sin miedo. La tia esa levantó las manos hacia el techo de la cueva y luego las colocó en la cabeza de Carlos.

“esto tiene muy mala pinta”- pensaba Anna. Ahora era ella quien estaba asustada. Que le iba a hacer esa tía a Carlos.

De repente Carlos empezó a convulsionarse y a chillar como un condenado. La tía lucia una gran sonrisa en la cara. Como si disfrutase haciendo lo que hacía. Anna estaba llena de ira y odio hacia esa mujer, y le resbalaban lágrimas por los ojos, solo podía penar en venganza, encontraría a esa mujer y le daría su merecido nadie puede hacer sufrir de esa manera a su hermano y quedarse de rositas.

De golpe quitó las manos de la cabeza de Carlos, se la limpió en la túnica, como si Carlos fuera algo infeccioso y salió de la celda de nuevo traspasando los barrotes.

Carlos yacía en el suelo de la celda inerte, con los ojos cerrados.

“No, no , no Carlos no te mueras quédate aquí, no te vayas” – pensaba Anna.

Las lágrimas de Anna se hacían cada vez más gruesas. Y lo más grave de todo era que no podía regalarse el lujo de llorar y ver borroso necesitaba ver todo lo que pasase en escena. Pero no lo consiguió y se echo la culpa a sí misma una vez más. Lo único que pudo vislumbrar es como aquella hija de puta se largaba del recinto.

De repente todo se lleno de nuevo de aquella niebla tan conocida ahora.

Anna se encontró en el jardín de la casa rural donde Vivian momentáneamente, pero no había vuelto al presente aún se encontraba en los pensamientos de Marcus.

Vio a Marcus recuperarse de la visión anterior y presenció como iban apareciendo personajes en el horizonte. Como el número de hombres iba creciendo. Al igual que la velocidad a la cual avanzaban.

Marcus no se lo pensó dos veces y comenzó a lanzar rayos violetas a la multitud. Pero no era suficiente. Había demasiada gente.

En ese momento salía del lavabo Eli. Ingenua a toda la batalla que se estaba aconteciendo. Al darse cuenta del espectáculo Eli quiso correr de nuevo al lavabo pero no pudo. Un hombre de aquellos corrió hacia ella. La inmovilizó. La estrechó contra él y la arrinconó en un árbol cercano. Le subió la falda y comenzó a violarla. Eli se resistía con todas sus fuerzas y chillaba de dolor. Marcus escucho los gritos de Eli e intentó correr hacia ella pero la multitud lo superaba y no podía hacer nada.

Anna no podía creer lo que estaba viendo. Que más cosas podían pasar. Porque dejaban que ocurriesen estas cosas. Esa pregunta llevaba en su mente hacia tiempo. Como la diosa podía dejar que les pasasen tantas desgracias.

Anna lloraba por su hermano, no podía haber muerto pero ya el porcentaje de que fuera así era muy pequeño. También lloraba por Eli. Aquel ser repugnante la estaba violando, sin motivo aparente

Eran todos así, seres repugnantes que no tenían derecho a vivir y que al contrario querían hacer desaparecer a los humanos. Anna sentía una ira como nunca había sentido. Nunca pensó que alguien como ella pudiera sentir tanto odio hacia tanta gente.

Al final Eli dejo de gritar y calló inconsciente en el suelo. El hombre ya había conseguido lo que quería. Anna de nuevo quiso correr y luchar contra ese ser hasta que muriese. Pero esta vez no hizo falta. Marcus al fin dirigió un rayo hacia aquel hombre que salió volando por los aires.

Ese gesto a Marcus le había quitado la poca ventaja que había ganado y ahora toda la multitud estaba a pocos metros de él. Es entonces cuando Anna se vio a sí misma saltando de la ventana, como Javi cogía a Eli inconsciente y como con esfuerzo lograron derrotar a aquellos hombres.

Después vino de nuevo la niebla para poder dar paso a otro recuerdo. Anna se tensó de nuevo. Ahora vería la visión que acababa de tener Marcus.

Por fin la escena se aclaró y Anna pudo ver de nuevo la cueva/ túnel de antes.

Y si ¡¡¡¡¡Carlos estaba vivo!!!!!.

La alegría que y el Alivio que sintió Anna en aquel momento no se pueda expresar con palabras. Pero desgraciadamente duró poco ya que de nuevo aquellos asquerosos lo golpeaban con el látigo y Carlos gritaba. La sangre le resbalaba por la espalda. Por una vez Anna se alegro de que fuera tan solo una visión. No sabía como habría reaccionado ante aquella acumulación de sangre.

- Quien eres?, como es que lograste esconder información?

- Quien es esa mujer. Que poderes tiene? Habla sucio humano, habla!!!

Le preguntaba continuamente uno de los dos hombres anteriores

“¡¡Ai!! Madre mía le estaban preguntando por mi, aquella tía no había sabido nada de mí, por eso aquellos hombres se habían asustado cuando aparecí en batalla” pensó Anna.

- Estúpido habla- gritaba cada vez más fuerte el gorila mientras golpeaba cada vez más fuerte a Carlos.

Anna ya no podía ver más esos golpes no podía. No aguantaba ver como sufría su hermano por defenderla y ocultarla.

- Para ya kyrakos. Que lo vas a matar como sigas así. te recuerdo que necesitamos esa información para Liarais y para la orden. Si no estamos muertos

El otro gorila (el tal, como era, ah sí Gortshu) tiró el látigo al suelo y se paso sus manos por el pelo. Al final contestó

- Tienes razón, Ven tenemos que hablar a solas.

- Está bien.

Anna Sabía que ya había acabado la visión así que salió de los pensamientos de Marcus.

De nuevo se encontró en el jardín de casa llorando como hacía tiempo no lloraba.



(MARCUS)

Marcus al verla de esa manera se acercó a ella y la abrazó. Se sentía mal por habérselas enseñando, pero sabía que era necesario.

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